Las hojuelas de la avena tienen la propiedad de absorber la suciedad y los residuos naturales que se acumulan en los poros.
Disminuye la dureza del agua debido al fósforo que la compone.
Evita la deshidratación de la piel logrando una acción hidratante y emoliente sobre ella.
Ayuda a calmar las irritaciones de la piel, ya sea por alergias o daños causados por quemaduras, marcas de heridas y demás.
La avena es muy buena para eliminar las células muertas y las impuresas que se acumulan, generalmente, en el rostro.